Aquí estamos asistiendo al comienzo de una historia de amor, cuando los ciclistas que usan el puente a diario terminan fijándose y atreviéndose a mirarse con insistencia.
Llovió, las piernas y el sillín del joven ciclista se reflejan en el alquitrán empapado.
El momento es muy breve y los raíles de la vía férrea así como las estructuras metálicas del puente impiden que se unan, ¡sobre todo porque tiene casi 1,7 km de largo!
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Pintora
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