En un mundo sumido en el miedo, sacudido por la violencia, magullado por el sufrimiento, quiero traer un poco de Alegría y Consuelo a un Rostro: el del Amor Infinito, que, creo, permanece con nosotros e incluso en nosotros, sea cual sea la Noche que atravesemos. , y nos invita constantemente a la Consolación...
Este consuelo no consiste en encontrar:
una paz sin perturbaciones, pero Paz a pesar de las dudas,
una alegría sin sufrimiento, pero1