En 'Karo-Rhythm' se desarrolla una composición armoniosa de patrones de cuadros beige y negros, que se unen para formar una elegante danza de formas. La paleta de colores sobria le da a la pintura una estética atemporal, mientras que los cuadros crean un ritmo visual que transporta al espectador a una sinfonía de contrastes finamente afinada.