El artista quería representar un personaje no binario. Para ello, creó un personaje con dos cabezas, una masculina y otra femenina, compartiendo un mismo cuerpo. En el centro, Philippe, de color rojo, lleva el sol que ilumina la escena, llenando el cielo de colores extravagantes. Podemos ver flores, que simbolizan la vida y la renovación. Esta obra, con un toque de esperanza, representa la autoafirmación y el orgullo de ser quienes somos.
Pintor
« "El día en que finalmente aceptes el color es cuando habrás domado tu miedo". Frase pronunciada por Frida Kahlo en la película Josep. »