Este cuadro partió de la idea de una gran flor amarilla con muchos pétalos. Des esas que cuando la ves, no sabes cómo es posible que tenga tantos, cómo es posible que salga uno más, pero así y todo sigue abriéndose para hacerse más grande y más llamativa.
Cada uno de los pétalos que van surgiendo se convierten en edificios y casas que apenas encuentran espacio libre a su alrededor, pero que sin embargo son capaces de estar y de instalarse en esta1
Pintora
« Tenemos que buscar lo más natural que hay en nosotros para poder establecer conexiones valiosas con nuestro entorno. »