Karin Johansson

Karin entró más en serio en el mundo de la acuarela cuando tenía veintitantos años. En aquel momento experimentó el mundo de la acuarela a través de la cantidad de agua utilizada, la variedad de los pigmentos y cómo actúan en el agua (y todavía lo hace). En su vida diaria es una investigadora con necesidades de control, pero la acuarela nunca podrá controlarse del todo. Sin embargo, ha encontrado un equilibrio personal entre el control y el abandono en sus pinturas. Ha sido formada por algunos de los acuarelistas más famosos de Suecia y Dinamarca, es miembro de la Nordic Watercolour Society y de la West Scania Artist Society local y realiza exposiciones, también en el extranjero. A lo largo de los años siempre ha vuelto a pintar flores, incluidas también en los últimos bodegones. Al vivir en una antigua ciudad universitaria, se inspira en los jóvenes estudiantes en cafeterías y restaurantes, así como en las personas que conoce en su vida diaria en sus numerosos viajes, tanto como artista como como investigadora.