« El color como alma de la vida. »
Mostrar: ¡más difícil que ver! Escudriñar, mirar, transponer. Una obra artística se basa en una visión del mundo, necesariamente personal, ciertamente diferente. Concepto o sensación forman la línea de fuga de una pintura. Los temas, abstractos o concretos, son una cuestión de maduración tanto como de elaboración reflexiva. La obra es un espejo. La obra es dual: tu visión de lo que vi. Es múltiple: prisma de todas las interpretaciones. Su riqueza reside tanto en su singularidad como en su variedad, incluidos los materiales utilizados. Es una experiencia, una recreación del universo. Una recreación también: el arte es felicidad.
Finura y naturalidad: un desafío
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Fractalización de elementos
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Grafito y carbón: vuelta a lo básico
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